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MALA MENTE, MAL SEXO

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Los especialistas dicen que el órgano más importante al momento del sexo es el cerebro. Si bien es verdad, la mente también juega un papel fundamental. En el cerebro transitan todas las sensaciones físicas que tenemos, haciendo que éste órgano se convierta en la principal zona erógena de nuestro cuerpo.

Diferentes partes del cerebro se activan tanto en los juegos previos como en el acto sexual y así es como sentimos placer. Todo este mecanismo físico y químico se puede ver afectado por la mente. Ya sea que ayude a intensificar las sensaciones y llegar a experimentar placer a niveles poco usuales, como también a bloquearlas y convertir el acto sexual en un problema.

La vida cotidiana, tal cual como esta delineada por la sociedad actual, se ve invadida por diversos problemas que terminan por afectar la parte emocional de las personas. Las preocupaciones provocan nerviosismo, ansiedad y estrés entre otras cosas. Las largas horas que ocupamos haciendo nuestras actividades personales, las horas que usamos para nuestro trabajo, sumadas a las horas de viaje hacia y desde los lugares de trabajo al hogar, terminan cansándonos físicamente. El diagrama de esta rutina termina siendo una trampa segura para la mente y para el físico. Entendiendo que los deseos contenidos muchas veces le ganan al cansancio físico, lo que sí termina siendo un muro imposible de pasar es una mente agotada o llena de problemas. Este punto sí se vuelve una gran dificultad que termina por matar el momento del sexo. Cuando se presentan los aprietos al momento de tener sexo, es importante que la persona este conectada consigo misma para saber que hacer.

Muchas veces poniendo un poco de orden y prioridad en las actividades y respetando los horarios se logra descargar de una manera considerable el cansancio físico. Cuando el físico se calma y esta menos cansado deja a la mente un poco más tranquila para poder programarla y potenciarla. Con un trabajo sencillo de reprogramación mental se puede lograr dominar el nerviosismo la ansiedad y el estrés. Para eso hay que identificar bien el problema. Por ejemplo, el trabajo es la zona de conflicto que provoca la tensión mental. Para ocuparse de los escollos que se generan en esa zona, es importante comenzar por una situación puntal para que la mente tenga para programar un caso real. Pongamos de ejemplo que el problema específico en la zona de trabajo es la relación con un compañero. La mente se puede programar para que responda de una manera más calmada ante una situación que no gusta.

Haciendo una película mental de cómo se quiere reaccionar ante una situación y repitiéndola varias veces la mente termina por reaccionar de esa manera. Trabajando en la solución de ese momento específico, el nerviosismo, la ansiedad y el estrés desaparece y así deja espacio a la mente para poder estar activa y positiva al momento de tener sexo. Sin dejar de consultar a un profesional te recomiendo que te informes, que saques tus propias conclusiones y que las compartas con tu médico. Y ten en cuenta que las soluciones tal vez se encuentran en pequeñas cosas que está lejos del problema que se manifiesta notoriamente. Estar bien y disfrutar a pleno tu sexualidad es mucho más sencillos de lo que crees. Recuerda #CuandoSeQuiereSePuede

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