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Cuando nos entregamos a la tarea de alcanzar la meta de un objetivo que nos proponemos, la primera dificultad con la que nos encontramos es con nosotros mismos. Por ejemplo, cuando queremos reprogramar nuestra mente debemos sortear varios obstáculos que se encuentran dentro nuestro.
Debemos luchar, por nombrar algunas cosas, con nuestras creencias, con modos de pensar que nos han sido instalados en nuestra mente desde muy pequeños y con otras ideas y conceptos que hemos ido adquiriendo a medida que fuimos caminando la vida. Todo esto va formando un sistema de pensamiento y una conducta que se van afianzando en nosotros en el transcurrir del tiempo, si es que no se modifica. Imagínate que una persona judía ortodoxa va a tener un hábito de vida muy distinta a un budista o alguien que a tenido una niñez en la pobreza, en su adultez va a ser bastante diferente a otra persona que vivió su niñez en la riqueza. Es por eso que cuando quieras solucionar algunos de tus problemas, debes tomarte el tiempo para analizar bien la situación, para luego enfocarte en trabajar en lo que produce tu problema y no en la consecuencia.
Te voy a dar un ejemplo para que entiendas a que me refiero. Cuando estaba en Panama, me vino a visitar un ejecutivo de alto rango de una empresa multinacional para que lo ayudara con su nerviosismo y estrés que lo tenía mal hace mucho tiempo. Antes de enseñarle una técnica para reprogramar ciertas ideas en su mente y que luego yo se lo potencio con hipnosis, le realice algunas preguntas de protocolo para saber bien las circunstancias y así poder ayudarlo adecuadamente. Le pregunté qué es lo que le producía estrés, me contestó de forma automática que su trabajo era lo que lo producía. Cuando puntualice en la pregunta sobre qué específicamente de su trabajo le producía estrés y nerviosismo, me respondió que debía cumplir con muchas reuniones y que el tránsito en la capital de Panama no le permitía llegar a todas, y esa situación lo ponía así de mal. Lo natural fue decirle que si no llega a todos los compromisos por falta de tiempo, la solución es que coordine un menor número de reuniones para que pueda asistir a todas dentro del tiempo que dispone sin dejar de calcular lo que se tarda por el gran tránsito de la ciudad, a lo cual él respondió que no podía bajar esa cantidad de reuniones y que debía hacerlas de todas formas. Le respondí lo mismo y él, a su vez, me respondió lo mismo y así varias veces sin él darse cuenta que yo lo estaba haciendo a propósito para ver si se daba cuenta; pero no, no notaba nada.
Sucedía que estaba tan enceguecido y atrapado en su sistema de pensamiento que no se daba cuenta que lo que él necesitaba era entender que al no poder cumplir con esa cantidad de reuniones sólo debía bajar el número de compromisos para solucionar su problema y no reprogramar su mente para reducir su nerviosismo y estrés.
Acá podemos ver los siguiente. Lo que produce el problema es la falta de tiempo para cumplir con sus reuniones por un factor externo a él: el tránsito. La consecuencia es el nerviosismo y el estrés que se produce en él. Es en este punto donde hay que estar atento; si trabajas en la consecuencia (nerviosismo y estrés) es como querer apagar un fuego arrojando agua a la llama y no a la base del fuego. Y que la persona no pueda ver este punto, es el motivo fundamental del porque queda atrapada en este círculo vicioso por mucho tiempo. Por eso, tomate tiempo en analizar tu problema y ocúpate en solucionar lo que lo produce, ya que si haces esto, la consecuencia desaparece sola. El sentirte bien es mucho más fácil de lo que crees, recuerda #CuandoSeQuiereSePuede
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